"Somos proclives a mezclar ficción y realidad, a leer la realidad como si fuera ficción y la ficción como si fuera realidad. Algunas de estas prácticas de confusión son agradables e inocentes, otras, completamente necesarias, y otras más trágicamente preocupantes."
Umberto Eco

martes, 15 de marzo de 2011

El cuervo

Lectura del poema de Poe por Christopher Walken.


El corazón delator – Edgar Allan Poe

Esta es una de las ilustraciones que realizó Harry Clarke para los Cuentos de Edgar Allan Poe, concretamente, para "El corazón delator".

lunes, 14 de marzo de 2011

Corazones perdidos – M. R. James

Al pensar en una historia de fantasmas, a menudo nos viene a la mente una historia ambientada en una mansión victoriana, en un sombrío y húmedo bosque e, incluso, en las neblinosas calles del Londres de finales del siglo XIX. Todos estos escenarios llegaron a nosotros gracias a la gran tradición anglosajona por las historias de terror. Cuando la novela gótica entró en decadencia llegó el momento de esplendor de la ghost story, y aquél que la llevó a su máxima expresión fue, sin duda, Montague Rhodes James.

   James, preboste del prestigioso colegio de Eton durante gran parte de su vida, empezó a escribir sus relatos para amenizar las veladas navideñas de sus alumnos. Su obra consta de 31 relatos fantasmales (además de numerosos estudios no relacionados con el género) reunidos de forma íntegra en esta magnífica edición de Valdemar.

   Pero el lector que abra este libro no se encontrará ante simples historietas de fantasmas fácilmente olvidables. James aborda sus temas de una manera ligera y frecuentemente coloquial, pero esa apariencia tan solo le sirve para crear una ilusión de acontecimientos cotidianos en los que introducir sus fenómenos anormales cauta y gradualmente, realzándolos a cada paso con detalles sencillos y prosaicos, hasta el punto en que el protagonista se ve envuelto en una maraña terroríficamente fantasmagórica a la que no sabe cómo ha llegado y de la que no puede escapar.

   El autor también desarrolla un nuevo tipo de fantasma, completamente distinto de los viejos espectros góticos. Los pálidos y majestuosos fantasmas etéreos evolucionan gracias a M. R. James en seres sucios, peludos y grotescos; abominaciones perezosas e informes de la noche, a medio camino entre el hombre y lo animal, que muchas veces provocan antes asco que terror, puesto que cuando llegamos a verlas ya están demasiado cerca de nosotros. Mayormente, estos espectros tienen una constitución de lo más excéntrica: entidades esqueléticas vestidas con harapientos ropajes, una sábana arrugada, inocentes cortinajes o un pequeño dibujo en un grabado.

   James es un gran conocedor de los sentimientos humanos y sabe perfectamente cómo inducir el miedo. No hay mejor elección a la hora de disfrutar del paradigma del cuento de terror del siglo XIX: la ghost story de James, por favor.

Corazones perdidos (1890 – 1927) – M. R. James
Valdemar – Valdemar Gótica nº 25 – 1997